miércoles, 23 de marzo de 2011

Él...

Y sigo pensando en él...arrepintiéndome de lo que hice, pero no hay vuelta atrás. Sólo me queda guardarme las lágrimas, convertirlas en una sonrisa convencional, guardarme el dolor y la impotencia y decir que estoy bien cuando realmente me muera por dentro.. Y cada vez que lo mire, mil dagas afiladas atravesarán mi corazón. Es el castigo que merece una persona que no dejó a un lado el YO y se equivocó.

Mi corazón será suyo para siempre, aunque esté roto en mil
pedazos, recogeré cada uno de ellos y lograré...

reconstruirlo.

2 comentarios:

  1. Esas cosas son imprescindibles en la vida, esas cosas te hacen ver las cosas de otra forma, y tambien te enseña a no hacerlo mas. Y asi se aprende.
    Tequieroo :)

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  2. Lo sé, es lo que más odio del ser humano, que sólo aprende a base de golpes. Es triste ésta teoría.
    Yo te quiero máas ! (LL)

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