Memories.

Son las 23:30. Y un arranque de nostalgia me ha llevado a ojear dos álbumes de fotos de mis dos primeros años de vida.
En los que las peleas, si existían, yo no formaba parta o era cuasa de. Donde mi familia, estaba toda unida, a pesar de las diferencias. Donde cada fin de semana iba a un lugar diferente a explorar. Que cada insignificante componente del paisaje, por inherte o estúpido que fuera, era algo nuevo, algo que desconocía por completo y hacía un mundo de ello. Cuando en vez de órdenes, eran caricias camufladas en palabras. Y en vez de "estufíos", eran palabras sinceras, llenas de amor.
Añoro cuando me cantaban una nana antes de dormir. Y ahora son dos besos, con suerte, y un "hasta mañana".
O ver a mis padres, todos los días, en el mismo sitio, darse un abrazo, dos y tres veces el mismo día, o la misma mañana.
Ver a mi padre cocinando en la cocina desde mi sillón favorito.
Oírlos a ambos cantar a coro en cualquier momento.
Añoro escuchar a mi madre cantar con su voz de soprano en vez de gritar.
Ver cómo entraba mi abuela sin ser echada a los dos minutos.
Ver mis películas de Disney y oír a mis padres hacerle los coros a la banda sonora de cada una de ellas.
Acurrucarme en el regazo de mi madre.
Observar a mi padre pintar todo tipo de cosas en la mesa de la cocina.
Ponerme a llorar cuando mi madre se marchaba a trabajar.
Llamarla  al trabajo a las dos horas de irse para preguntarle.-Mami, ¿cuándo vas a venir?-.
Y es ésto, todo ésto, lo que deseo con todas mis fuerzas. Cada día al levantarme y al acostarme pienso que quiero volver a ser pequeña y volver a sentir todo eso. Volver a vivirlo de nuevo. Pero ya no se puede.
Y es que ésto tenía que decirlo, llevo toda mi vida callándomelo, y ya no puedo más. Y estoy escribiendolo llorando a mares y viviendo cada una de las experiencias.
Y es que, todo cambia tan deprisa...