lunes, 26 de septiembre de 2011

La angustia.

La angustia hace de mí una persona irascible.  A la defensiva. Irritante.

La angustia presiona mi pecho contra mi espalda e impide que el aire entre y salga de mis pulmones.

La angustia me causa dolor.

La angustia me causa llanto, y ella misma hace que lo retenga.

Es como si lentamete muriera, pero sin dejar de vivir.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Ignorándonos...

¿Sabes de esa sensación de...como si te faltara algo? ¿Como que te duele mucho lo que está pasando?
Pues así estoy yo. Estoy muy dolida con unas personas que quiero muchísimo. Me siento desplazada. Ignorada. Ninguneada. Siento como si lo que dijera no calara, no se escuchara. Como si lo que hago no tuviera valor alguno. Se están separando de mi, y eso me duele mucho. Porque las quiero como no he querido a ningún amigo. Pero siento que ya no somos las mismas. Ya no es el mismo cariño. Ya no son las mismas palabras de afecto de antes. Cada día se separan un poco más... Y es muy doloroso ver que las personas que más quieres se van de tu lado así porque sí, sin ninguna explicación. mietnras tú te quedas con cara de gilipollas, pensando en todo lo que has hecho por ellas y que muy pocas veces han agradecido. Tampoco me invitan a que me vaya con ellas, es más, si no estoy tampoco se preocupan ni se preguntan si llamarme o no. Parece que huyen de mi. Y yo no he hecho nada...
Y mi dilema es el hablar o no con ellas, porque me va a resultar imposible y se van a enfadar... porque no ven más allá de sus narices...


Si este es el fin de nuestra amistad, decidlo, me ahorraréis mucho dolor.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Special people.

Hay personas que llegan de repente. Sin esperarlo. Y te cambian la vida.
Hay personas que no las conoces ni una hora y le cuentas tus problemas y secretos como si las conocieras de siempre.
Son esas personas con las que puedes debatir todo.
Las que al despedirte les das un abrazo, porque te nace,es algo institntivo.
Que cuando oyes sus nombres, se te pone una sonrisa en la cara.
Son de las que su simple compañía basta. No hacen falta palabras.
Puedes reir y llorar con ellas, porque van a estar ahí si lo necesitas.
Te enseñan a vivir, a veces, de diferente manera, o a ver las cosas en otro modo.
Son esas personas que te calan desde el primer momento, pero que luego costará años olvidarlas.
Porque son especiales.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Marionetas.

Estamos destinados a estar siempre bajo el control del poder. Del materialismo. Nos comen la cabeza con gilipolleces para ocultarnos lo que realmente está pasando en el mundo.
Ya no es cuestión de echarle la culpa a alguien. Todos somos culpables de lo que pasa. Estamos deteriorando el único planeta, por ahora, que tiene vida. Estamos destrozando todo lo que nos ha sido regalado, sin pedir nada a cambio. En vez de preocuparnos por el hambre que hay en todo un continente, perdemos el culo si Belén Esteban ha perdido un zapato en Ibiza... o cosas peores.
En vez de preocuparnos por todo eso, el hambre, la situación de la mujer en muchos países, las dictaduras que aún existen tan injustas... Nos comemos el tarro pensando qué me voy a hacer en el pelo cuando vaya a la peluquería...
Pero ésto nos viene también por los que están en el poder.
Y no soy ni de izquierdas, ni de derechas, ni del centro ni de ningún lado. Sólo sé que se ponga quien se ponga va a mentir, y a prometer cosas sin sentido para llevarse una comisión importante sí o sí mientras ven cómo familias tienen que sobrevivir con 200€ al mes, que los bancos les embarguen las casas...
Somos las marionetas de los ricos.
El mundo no va bien, señores. Pero nadie quiere cambiar, es más cómodo quejarse y dejarlo pasar.
Y llegará el momento en el que el mundo dirá "Hasta aquí hemos llegado", y habrá catástrofes tremendas, morirá muchísima gente, todo quedará destrozado, y le echaremos la culpa a todo el mundo menos a nosotros mismos.
La Tierra está avisando, y le volvemos la cara.
Este año es un año de cambios, y lo sabemos bien:
La democracia que piden los marroquíes.
Los terremotos.
Tsunamis.
Etc.
Coincidiendo todos en el 11 del mes.
No quiero ni pensar lo que pasará el 11-11-2011...
Yo voy a empezar a cambiar, a ver las cosas como realmente son. Me va a costar, porque soy caprichosa, pero voy a hacer ese esfuerzo, por el Mundo.
Piénsatelo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Tú.

El infierno se congela cuando apareces.
Las aguas se abren por el resonar de tus pasos.
El Sol se apaga cuando iluminas con tu sonrisa.
La Luna muestra su cara oculta para notar la caricia de tu susurro.
Las flores nacen grises porque no pueden competir con la intensidad del color de tus ojos.
Los aromas huelen a nada. No están a la altura del perfume de tu piel.
Los alimentos ya no saben si quiera a agua. Son incapaces de matizar cada una de las especias del sabor de tu boca.

Pero como tú no estás aquí:
Los infiernos hierven ponzoñosos en fuego eterno.
Las aguas no abren paso ni al mismísimo Moisés.
El Sol reluce cada mañana con fuerza.
La luna nunca ha mostrado su otra cara.
Las flores nacen de mil colores. Millones de tonalidades.
Los aromas embriagan allá donde estemos cada uno: dulces, finos, venenosos...
Cada uno de los alimentos lleva consigo el ingrediente perfecto que los hace únicos en sabor. Saben a todo, menos a ti.

Hoy aprendí a volar.

Hoy aprendí a volar. Sentir el hormigueo en el estómago debido a la altura.
Veo las nubes. Como algodones. Tan puras. Tan blancas. Tan esponjosas.
Sobre mi cabeza se extiende un cielo celeste inmenso.
La brisa se aparta cuando surco este océano airoso.
Pero de repente comienzo a descender en picado. La velocidad aumenta por el peso de mi cuerpo. Mis brazos quedan pegados en mi cuerpo como si una liana transparente los aferrara a él. No puedo abrir los ojos. El aire que corta mi cara me impide abrirlos. Intento separar mis brazos, para remontar el vuelo. Aletear vanamente si quiera. Pero es imposible.
Cada vez el suelo está más cerca. El golpe va a ser tremendo. No creo que sobreviva.

Negro.

Frío.

No me lo puedo creer, estoy viva. Abro los ojos. Estoy en mi cuarto.


Me he caído de la cama.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Descripción.

Te veo ahí, quieta. Con esa mirada penetrante. Incitando a no decir nada inoportuno. Tu boca apretada contine las palabras más duras y frías que jamás hubieras dicho en público. Los hombros rectos, perfectamente colocados. Perfectamente cuiertos por el collar perlado que se deja caer con delicadeza sobre  tu pecho. Las mangas oprimen tu delicados brazos. Las manos, entrecruzadas por encima del vestido. Ésas manos, que abofetearon las más dulces de las caras. Tu pelo. Largo y rizado hasta la cintura. Suave, brillante. Y en lo alto de las cumbres no nevadas todavía emerge una tiara. Lazando y entrelazando oro blanco y acogiendo disimuladamente los diamantes que componen su grandeza.
El vestido, que cae con tesazón, impregnado de detalles brillantes, con seda. Colorado en beige. Es largo y sencillo.  De corte recto, aunue marca un poco de curvas gracias al fino cinturón de diamantes que se posa en tus caderas, no muy anchas.
Estás de pie. Con actitud imponente. Atrapada en esa cárcel de madera y óleo.
Pero tras esa figura amenazante, todos sabemos, que no eras más que el fruto de un amor que un día se marchó sin dejar huella. Sólo unas palabras que el viento se llevó y jamás fueron escuchadas: Te quiero.