martes, 6 de marzo de 2012

"No quieres morir, realmente quieres que te salven"

Creo que esa frase describe parte de mi vida, pero, ¿qué pasa con la otra porción?
Dicha porción está anclada. Encerrada en una cueva. Incapaz de tomar decisiones propias, haciendo que mi conciencia quede tranquila.

Y aquí estoy, con un corset invisible, impidiéndome respirar. Con ganas de salir de ésta situación...al borde de caer en las manos de una profunda tristeza. Pero ya sé lo que tengo que hacer, pero no tengo casi fuerzas.

Pero como dijeron dos buenas amistades:
Don't give up.
No hay noche que dure eternamente, siempre amanece.

1 comentario:

  1. Juan de Dios García17 de marzo de 2012, 4:08

    Efectivamente, Lucía: ¡SIEMPRE AMANECE!
    Un abrazo muuuuuuuuuuuuuuuuy grande para mi alumna, para que se venga arriba y se quede ahí, en la cima, en donde habita la ilusión por seguir haciendo cosas.
    Tienes una potencia que ni te imaginas. Tienes el power, Lucía. Te lo aseguro. Utilízalo, chica. Para empezar, quiero verte con la autoestima por las nubes. ¡Pero ya!

    ResponderEliminar