jueves, 11 de julio de 2013

Shh

¿Qué antídoto he de tomar cuando soy mi propio veneno?
Cuando mi mente es mi verdugo.
'No pienses', dicen. Qué fácil parece.
'Otra vez igual', piensan. Y tienen razón.

Ya no quedan ganas de ser positiva. Ni negativa.
Ya no hay valor ni voluntad alguna.
Ni sueños ni esperanzas.

No estoy esperando a que ocurra nada. De hecho, no quiero que ocurra nada.
Quiero un silencio de cuatro tiempos que dure eternamente en esta melodía en decrecendo. Y volverla a componer.

O no.

Creo que no queda tinta en el tintero. Y la pluma ha decidido convertirse en ave y volar lejos de mí. Lo entiendo. Yo también lo haría.

No quiero ayuda. Ni comprensión. Ni palabras. Quiero silencio.

Quizá es difícil de entender. O tal vez no quiera entenderse.
Tal vez me equivoque. O quizá no.

Pero me siento afortunada. Por teneros a todos. Y por tenerte a ti.

Pero sé que llegará el día en que os canséis de esta estúpida depresiva que sólo sabe hundirse y manchar almohadas con rímmell.

Tranquilos. Yo ya lo estoy.

Veo que no salgo de este pozo de miseria que yo misma he cavado. De esta tumba a la que le estoy grabando el epitafio con sangre y lágrimas. Y es por eso por lo que me siento peor cada día.

Y veo lo malo que le sucede a la gente. Aunque creáis que no. Pero sé que yo no puedo ayudar en nada. Me he cansado de dar tanto a los demás... Sin embargo, sé que pensáis que soy egoísta y soberbia... Yo no me meto en el pensamiento de nadie, sois libres de pensar lo que queráis. Me da lo mismo.

Convivir conmigo es algo difícil y arduo. Sólo los valientes lo intentan. Pocos se quedan a mi lado, pero poco importa, porque los quiero con toda mi alma, con todo lo que puedo dar y con todo lo que puedo querer a alguien. Y les estaré agradecida eternamente.

Yo sólo quiero vivir tranquila conmigo misma. Pero no lo voy a conseguir nunca. Lo sé.
Voy a perder a muchos amigos, y a mi amor. Lo sé, es algo que está escrito. Se acaban cansando de mi, se agobian. Lo sé. Lo sé...

Qué más quisiera yo acabar con todo ésto... 

'Todo está en mis manos', me recuerdan una y otra vez.

Pero cuando tú mismo te atas de pies y manos y te tiras por un precipicio, por más que te digan, no dejas de caer. Y si te ves incapaz de abrir las alas y echar a volar para no morir estrellado contra las rocas afiladas y dejarte arrastrar por la marea enfurecida, poco se consigue.

'Es una etapa', que dura años.
'Es la edad', que duele tanto.
'Son tonterías de jóvenes, todo se pasa', que son puñales.
'Tú puedes con todo y más', que es mentira.
'Déjate querer', no tengo fuerzas.
'Eres luz. Iluminas todo cuanto te rodea', sólo soy una vela consumida por su propia llama.





























Shh.