domingo, 10 de junio de 2012

Autopsia.

Me estoy muriendo por dentro. Me estoy convirtiendo en ceniza.
Eso me recuerda al mito del Ave Fénix, que resurge de sus cenizas. Pero no creo que ése sea mi caso.
Ahora mismo me siento como si estuviera abierta en canal.
Sé que sigo viva porque veo mis pulmones esponjosos hinchándose y deshinchándose de aire.
Me veo desde arriba.
Observo mi corazón,escondido. Tiene un color inusual. Es oscuro y está verdoso. Se estará pudriendo. Palpita con dificultad, como si tuviera que convencerse en cada latido que debe seguir y hacerlo por los demás.
Las arterias que salen de él se han vuelto negras. Se mueven de forma ondulante. Como si hubieran piedras navegando en la sangre.
El esófago presenta nudos en todo su recorrido, y cuando llega al estómago, le cierra a éste la boca.
Mis intestinos se retuercen.
Las costillas se adhieren a los pulmones, cada vez con más fuerza, y veo cómo éstos se hinchan con más dificultad.
Me acerco y observo mis pies. Están amoratados y fríos. Las venas se han oscurecido en los empeines.
Observo ahora mis manos. Están frías y blancas. Y les suceden lo mismo que a los pies.
Me acerco a mi cara. Estoy pálida. Tengo un poco de sangre en una de las comisuras, y un poco más lejos, una herida en el labio inferior. Está roto.
Roto de todas las palabras que han dañado a tanta gente.
También tengo una brecha en un pómulo. De todas aquellas veces que he puesto las mejillas, y han recibido tantos golpes.
Sigo observándome. Tengo los ojos hinchados y siguen derramando lágrimas aun cerrados. Pero no son líquidas, ni saladas, ni calientes.
Son esquirlas de plomo que abren mi piel cuando caen. Que hielan y duelen.
Tengo el pelo, y un poquito la frente, manchados de sangre. Sangre negra y corrosiva. Hay una herida disimuladamente abierta en mi cabeza.
Se ve que de tanto pensar, mi cráneo ha decidido abrirse para dejar de hacerlo.

Y ahora...ahora se supone que tengo que hacer una reflexión de todo lo que he mostrado ahora, pero va a ser inútil, y sólo servirá para que me sienta peor, por ver que puedo sacar o positivo a ésto pero totalmente incapaz de hacerlo posible. ¿Por qué? No lo sé. Estoy harta. Estoy cansada. Estoy dolida. Estoy ensombrecida. Ya no puedo más.
Me siento ridícula.

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